Aunque nació en Macerata, hace 21 años, la italiana Camila Giorgi tiene su corazón en Argentina y ya dijo que sueña con ser la próxima Gabriela Sabatini. Hija de argentinos que emigraron hace tres décadas a Italia, la joven tenista desparramó belleza en el Abierto de los Estados Unidos, donde ayer jugó su último partido. Fue derrotada por compatriota Roberta Vinci por 6-4 y 6-2 y se despidió de Nueva York no sin antes darse el gusto de vencer a la ex Nº 1 Carolina Wozniacki.
Con una carrera promisoria por delante, la actual Nº 126 del ránking de la WTA se confesó hincha de Boca y habla el español a la perfección. Si hasta dijo que aceptaría jugar la Copa Federación defendiendo la bandera de sus padres.
Ya sin Gisela Dulko, los argentinos hacen fuerzas para que Paula Ormaechea (71) se sume a la elite del tenis profesional. Mientras tanto, miles se deleitan viendo crecer a Giorgi, por ahora, la más nuestra.